domingo, 9 de noviembre de 2014

FUNCIONES DE LOS ÓRGANOS DEL SISTEMA DIGESTIVO

OBJETIVOS

Reconoce la función de cada órgano del sistema digestivo.

FUNCIONES DE LOS ÓRGANOS DEL SISTEMA DIGESTIVO

BOCA:

Función

•  Masticación
El alimento que entra en la boca debe dividirse en trozos más pequeños que puedan  atravesar fácilmente el esófago. Para ello, los dientes cortan, desgarran y trituran el alimento. Obtener pequeños fragmentos de alimento es esencial para una realizar una buena digestión posterior. Las personas que ingieren grandes trozos de comida sin masticar correctamente sufren digestiones pesadas y ardores más frecuentemente.
•  Salivación
Las glándulas salivares comienzan a segregar saliva incluso antes de que el alimento entre dentro de la boca. Esto se debe a los estímulos visuales y olfativos que recibe nuestro cerebro antes de comer (por eso decimos que "se nos hace la boca agua"). La saliva tiene varios papeles importantes en la digestión. En primer lugar, es un lubricante que ayuda por un lado a mezclar toda la comida ingerida y por otro, a suavizarla para facilitar su paso por el tubo digestivo. En segundo lugar, contiene lisozimas e inmunoglobulinas que son moléculas capaces de destruir los gérmenes que entran en nuestra boca. Por último, también contiene una enzima llamada amilasa. Las enzimas son proteínas con capacidad de degradar componentes de la comida. En este caso, la amilasa es capaz de degradar los hidratos de carbono complejos en moléculas de glucosa simples.
•  Deglución
El alimento triturado y mezclado con la saliva se llama bolo alimenticio. Éste tiene que pasar por el esófago para llegar al estómago y para eso se realiza la deglución, tragar el alimento. La lengua, entonces, asciende y empuja el bolo alimenticio hacia la faringe donde termina este proceso.


FARINGE:






Función
Como hemos señalado antes, la faringe es solamente una zona de paso entre la boca y el esófago. Su importancia radica en que todos los músculos que la forman realicen los movimientos adecuados que permitan la deglución. Estos movimientos hacen que:
La úvula (o "campanilla") suba junto con todo el paladar blando más posterior.
Los lados de la faringe se ensanchen junto con las amígdalas.
La laringe suba y se cierre la epiglotis, lo que evita que el bolo alimenticio pase a la laringe y al aparato respiratorio. De este modo, sigue su camino a través del esófago.
La faringe tiene también un papel defensivo, ya que los órganos linfoides antes mencionados atrapan los microorganismos que ingerimos y los eliminan. Si no fuera así, las faringitis, bronquitis y neumonías serían mucho más frecuentes.

ESÓFAGO:
Función
Su principal papel es el transporte del bolo alimenticio desde la boca y faringe hasta el estómago. Para ello, el esófago realiza unos movimientos involuntarios que se llaman peristaltismos, cuya misión es empujar progresivamente el bolo alimenticio de arriba a abajo. La eficacia de los peristaltismos es muy alta; tanto que una persona cabeza abajo puede tragar agua y que ésta llegue al estómago a pesar de la fuerza de gravedad. Normalmente los peristaltismos no son percibidos por uno mismo. Sólo se notan cuando el bolo alimenticio es muy grande (por una mala masticación) o por algunos trastornos del esófago.

El esfínter esofágico inferior sella el paso entre el esófago y el estómago. Evita así la vuelta del alimento desde el estómago hacia arriba, es decir, la regurgitación, y también es una barrera para el reflujo de ácido estomacal, que provocaría ardor. En este mismo punto se producen las hernias de hiato, que suponen la introducción de parte del estómago en el tórax a través del diafragma.


ESTOMAGO:

Función
•  Secreción de ácido y moco
Mantener un ambiente ácido en el interior de estómago es necesario por dos motivos: destruir los microorganismos que pueden haber llegado con el bolo alimenticio y activar las enzimas que se secretan en el estómago. Para ello existen células capaces de formar ácido clorhídrico, que lo secretan en tres fases:
Fase cefálica: el cerebro recibe estímulos visuales y olfativos que causan señales nerviosas hacia el estómago.
Fase estomacal: el bolo alimenticio llega al estómago y estimula la excreción de ácido directamente. El 60-70% de la secreción total se produce en esta fase.
Fase intestinal: una vez que el alimento pasa al intestino delgado, la secreción de ácido continúa durante un tiempo en el estómago, pero es una cantidad muy pequeña, de aproximadamente el 5% del total.
Sin embargo, el ácido puede dañar la propia pared del estómago, provocando heridas y úlceras. Para evitarlo, otras células forman moco que expulsan al exterior y cubren toda la superficie interna del estómago, formando una capa protectora. Además, el moco contiene cierta cantidad de bicarbonato que neutraliza el ácido al unirse con él.
•  Secreción de enzimas
En el estómago existen células especializadas en sintetizar una enzima llamada pepsina. Esta enzima es capaz de trocear las proteínas en moléculas más pequeñas y sencillas, los aminoácidos. La pepsina en realidad se sintetiza en una forma inactivada, que se llama pepsinógeno, y se activa cuando dentro del estómago entra en contacto con el ácido clorhídrico. La secreción está regulada del mismo modo que la secreción de ácido, y al conjunto de ácidos y pepsina se les llama jugos gástricos.
•   Mezcla y vaciamiento del contenido
Las paredes del estómago tienen en su interior varias capas de músculos que se contraen en distintas direcciones, de manera que cuando trabajan todos a la vez hacen que el estómago se mueva como una batidora que ayuda a mezclar el alimento con los jugos gástricos. La mezcla final se llama quimo; cuando es suficientemente líquida el esfínter pilórico se abre dejando el camino libre hacia el primer tramo del intestino delgado: el duodeno.
•   Absorción
El estómago no es un órgano especializado en absorber los alimentos. Pese a ello, absorbe algunos medicamentos y un diez por ciento del alcohol que se ingiere.

INTESTINO DELGADO:


Función

La función principal del duodeno es alojar el quimo que llega del estómago para que se mezcle con las secreciones del hígado y del páncreas. En esas secreciones hay distintas enzimas y otros componentes que continúan la digestión del quimo y lo convierten en el quilo. Por supuesto, como todo el intestino delgado, el duodeno realiza su función principal que es la absorción de sustancias. En este segmento se absorberá el hierro, el calcio, el alcohol, las grasas y algunos aminoácidos.

HIGADO:


Función
Es seguramente el órgano del cuerpo humano que más funciones lleva a cabo, las más importantes son:
•  Detoxificación
Si nos fijamos en la circulación de la sangre, el hígado se encuentra situado entre los intestinos y el resto del cuerpo. Esta situación hace que el hígado pueda funcionar como un filtro contra las sustancias tóxicas que podemos llegar a comer o que nosotros mismos creamos. Para eliminar estas sustancias tóxicas existen mecanismos bioquímicos a nivel celular que las convierten en sustancias sin peligro, o menos peligrosas, y fácilmente excretadas por los riñones. Las sustancias tóxicas que más habitualmente depura son:
Medicamentos: algunos medicamentos que tomamos tendrían un efecto nocivo sobre nuestro organismo si no llega a ser porque antes el hígado los transforma en sustancias beneficiosas.
Alcohol: el hígado inutiliza todo el alcohol que llega desde el exterior y lo reconvierte en ácido acético que se elimina fácilmente.
Drogas: además del alcohol, el hígado es capaz de destruir componentes de otras drogas, sean o no consumidas por vía digestiva. Por ejemplo, hay componentes nitrogenados de tabaco con alto poder cancerígeno que el hígado elimina parcialmente.
Venenos: en la alimentación cotidiana hay pequeñas cantidades de sustancias claramente perjudiciales para nuestro organismo pero que no atraviesan el hígado sin ser neutralizadas previamente.
Por supuesto, el poder detoxificador del hígado tiene unos límites y cantidades excepcionalmente grandes de las sustancias antes mencionadas pueden dañar el hígado de forma irreversible. Cuando el hígado es incapaz de eliminar las sustancias perjudiciales, éstas llegan a la circulación sanguínea general y dañan a otros órganos como el cerebro o el corazón.
• Secrección de bilis
De todos los alimentos que comemos, las grasas son los más pesados y más difíciles de digerir, ya que forman pequeños grupos muy resistentes a las enzimas y otras sustancias digestivas. Para poder digerirlas, el hígado crea y secreta sales biliares que se almacenan en la vesícula biliar y que se expulsan al duodeno cuando llega la comida desde el estómago. Las sales biliares entonces emulsionan las grasas, es decir, dividen los grandes grupos de grasa en pequeñas gotas que las enzimas del páncreas atacan fácilmente.
• Síntesis y eliminación de colesterol
El colesterol es una grasa esencial para poder construir nuevas células en nuestro organismo. Sin embargo, es más conocido por sus efectos negativos cuando se encuentra en exceso en la sangre, ya que favorece la formación de placas de ateroma en las arterias, lo que aumenta el riesgo de infartos.



Para equilibrar los niveles también el propio hígado es capaz de eliminar el colesterol y para ello lo secreta al mismo tiempo que las sales biliares hacia el duodeno. Parte de este colesterol secretado se elimina junto con las heces y otra parte se reabsorbe de nuevo en el intestino.

En las personas que no siguen una dieta saludable y no practican ejercicio físico regularmente la síntesis y eliminación del colesterol en el hígado se altera y los niveles de colesterol en sangre aumentan más de lo debido.
•  Síntesis de sustancias coagulantes
Otra función de síntesis del hígado es la formación de sustancias que son necesarias para llevar a cabo de la coagulación sanguínea, es decir, de mantener la capacidad que tiene la sangre de pasar de líquido a sólido cuando hay una herida. Algunos componentes que sintetiza el hígado son los factores de coagulación, la protrombina y el fibrinógeno. Para su síntesis, el hígado necesita vitamina K que se encuentra en la mayoría de vegetales de hoja verde (como las espinacas o el brócoli), algunas frutas (kiwi, plátano), leche y aceite de oliva, entre otros alimentos.
•  Almacenaje de glucosa
La glucosa es el componente básico de los hidratos de carbono y también la principal fuente de energía para nuestras células. Los niveles en sangre de la glucosa (la glucemia) aumentan justo de después de comer y diminuyen cuando la insulina actúa, ya que permite que la glucosa entre dentro de las células de nuestro cuerpo. Es esencial mantener unos niveles más o menos constantes para que haya una cantidad suficiente que pueda ser utilizada por nuestros órganos (especialmente el cerebro que es el que más necesita glucosa). Para evitar que la glucosa descienda a cantidades muy bajas cuando llevamos mucho tiempo sin comer, el hígado tiene una reserva de glucosa en forma de glucógeno, que puede liberarla cuando los niveles descienden demasiado.

PÁNCREAS:


 Función
•  Secreción de bicarbonato
La formación de bicarbonato por parte de las células de nuestro organismo es algo bastante sencillo y muy común en casi todos los órganos, pero en el páncreas tiene una importancia especial ya que la cantidad de bicarbonato que se crea es mayor y, además, es esencial que se secrete en el duodeno para poder neutralizar el ácido clorhídrico que llega desde el estómago junto con el quimo. Esto evita que los jugos gástricos puedan crear úlceras en el duodeno y que destruyan las enzimas pancreáticas que permiten la digestión del quimo en esta fase digestiva.
•  Secreción de enzimas
Son varios las enzimas que secreta el páncreas al duodeno:
Amilasa: es la misma enzima que tenía la saliva, realiza la misma función que es degradar los hidratos de carbono en móleculas de glucosa más sencillas y fáciles de absorber por el intestino delgado.
Lipasa: esta enzima es capaz de dividir las grasas en ácidos grasos sencillos que se absorben directamente en el duodeno. Para poder actuar es necesario que las sales biliares emulsionen la grasa.
Proteasas: este grupo de enzimas engloba a varios tipos (tripsina, quimotripsina, etc.) y todas son capaces de degradar proteínas y convertirlas en aminoácidos simples.
Nucleasas: también es un grupo de enzimas que son capaces de destruir el ADN de los alimentos animales y vegetales que comemos, lo convierten en ácidos nucleicos más sencillos.
Todas estas enzimas llegan al duodeno y realizan la digestión química del quimo, que desde entonces se llamará quilo y estará formado por componentes nutritivos sencillos que serán absorbidos en el mismo duodeno o en el resto del intestino delgado.
•  Secreción de insulina y glucagón
Por otro lado, el páncreas sintetiza dos hormonas que secreta a la sangre y son esenciales para la regulación de la glucemia. La insulina se secreta cuando los niveles de glucosa son elevados, es decir, justo después de la absorción de que el intestino delgado absorba glucosa. Esta hormona es la llave que abre las puertas de las células de todo nuestro cuerpo para que pueda pasar la glucosa a su interior y servir de fuente de energía. Así, los niveles de glucosa descienden en sangre. La otra hormona es el glucagón y tiene exactamente es papel contrario: se secreta cuando los niveles de glucosa son bajos y favorece la liberación de glucosa por el hígado para aumentar los niveles en sangre.
INTESTINO GRUESO:


Función
•  Absorción de agua y sales
Uno de los elementos de la alimentación más importantes para nuestro organismo es el agua. El intestino grueso absorbe el agua como si fuera una esponja y la transporta directamente a la sangre. A la vez absorbe sales como sodio, potasio o magnesio, que permiten el buen funcionamiento del sistema nervioso y muscular de nuestro organismo, entre otras funciones.
• Almacenaje de heces y defecación
En esta fase de la digestión, todos los nutrientes que el organismo puede aprovechar ya han sido absorbidos y en el intestino grueso sólo quedarán restos de alimentos en forma de heces. Estas sustancias están formadas principalmente por agua, fibras vegetales (como la celulosa, que no puede ser digerida) y productos de deshecho. Además, contienen grandes cantidades de bacterias de la propia flora intestinal que se renuevan a menudo. Las heces se almacenan en el colon sigmoide, que se encuentra en el borde inferior izquierdo del abdomen, y allí permanecen hasta que el colon se contrae involuntariamente y pasan al recto. Sólo cuando las heces ocupan el recto sentimos ganas de defecar. Si al cabo de unas horas no se produce este proceso, la sensación puede desaparecer y las heces se acumularían en exceso en recto y colon sigmoide. Estamos entonces frente a un cuadro de estreñimiento.

ANO:



Función
La función del ano es sencilla, se relaja durante la defecación y después se contrae impidiendo que el contenido intestinal se expulse involuntariamente. Además, durante la defecación el ano asciende y se amplía en su anillo interno, creando un embudo que recibe las heces para después expulsarlas con la ayuda del esfuerzo abdominal voluntario. Este esfuerzo abdominal no debería ser muy fuerte para evitar la aparición de hemorroides. Una dieta rica en fibra favorece una defecación fácil y rápida.


Ejemplo:
http://es.slideshare.net/saryaranda/aparato-digestivo-14826263?qid=3fa14bd9-95f6-449f-9bfa-8c341a625e30&v=default&b=&from_search=21

ACTIVIDAD
  • Ambientacion del tema mediante video.
  • explicación del tema mediante la dinamica del consumo de alimentos
  • juego de ubicacion de organos en el lugar correspondiente.

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